Con varios ramos de flores en la mano, camino del concurso para la elección de la Reina del Carnaval, Andrés Madrigal hace un alto en el camino de su apurado mes de febrero, en el que vive inmerso en los preparativos de la fiesta.
-¿Para la Asociación Carnaval Romano este año la fiesta se presenta de un modo especial al carecer de una jornada festiva?
-Especial no. Nosotros pensábamos que el Martes de Carnaval iba a ser festivo, pero especial sería si fuese festivo todos los años y en esta ocasión fuese la primera vez que se suprimiera. Pero anteriormente tampoco disfrutábamos de ese día, sólo cuando coincidía con algún festivo en la Feria o el día de Santa Eulalia. Nos ha chocado mucho, porque teníamos muchas esperanzas, pero intentaremos seguir luchando y demostrando a los ciudadanos de Mérida y al equipo de Gobierno que el Carnaval está vivo y que va a luchar por el martes festivo.
-¿Ha sido una decepción?
-Efectivamente, para nosotros fue una decepción, como un jarro de agua fría que te cae cuando vas por la calle y sin esperarlo, y no lo tomamos nada bien. Simplemente, si no hay otra solución...
-A falta de martes festivo, ¿es necesario buscar cosas nuevas, como el concurso de drag-queen que se puso en marcha el pasado año?
-Este año hemos innovado en algunas cosas. Lo primero que hemos hecho es recuperar las vaquillas, y vamos a ver el resultado que va a tener. Será una fiesta en dos partes, primero con alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación Provincial y después con una suelta de vaquillas para todo el público que quiera saltar al ruedo. También celebraremos la segunda edición del concurso de drag-queen, que el pasado año fue un éxito. Por las inscripciones que ya tenemos, la participación va a ser como mínimo la del año pasado. Y otra de las cosas que vamos a hacer, aunque el Martes de Carnaval no sea festivo, será llevar a la Sardina por todas las barriadas de Mérida desde las diez de la mañana. Sobre las tres estaremos en el parque de los Enamorados, y a las ocho y media empezará el Entierro de la Sardina. Luego habrá fuegos artificiales. Como platos fuertes, está el concurso de chirigotas y comparsas, que cada año cuenta con 21 o 22 grupos. Este año viene gente de fuera, de lo que estamos encantados, tanto en el concurso de chirigotas como en el pasacalles. Tenemos los brazos abiertos a todo el que quiera venir a disfrutar del Carnaval de Mérida y a aportar cosas.Poca participación-Los más críticos dicen que en el Carnaval sólo participan los grupos de chirigotas y pasacalles, y que en realidad hay poco público en la calle.
¿Quizá hay que aceptar que la fiesta en Mérida es así y que no tiene nada de malo?
-No es que el Carnaval de Mérida sea así. En los últimos años estamos notando que grupos de amigos de ocho o diez personas se compran un disfraz y salen a la calle. Se va consiguiendo poco a poco y cada año vemos más gente. Hace años que desistimos del lema 'Sal a la calle y disfrázate', y lo que pedimos es que al que le guste disfrazarse que salga disfrazado, y al que no que venga a ver lo que hacen los grupos y demás.
-Por otro lado, el Carnaval no es una fiesta multitudinaria, pero tampoco lo es la Feria, ni muchas otras.
-En la situación en la que estamos ahora, que la mayoría de la gente se coge los puentes y se va fuera de Mérida, que me digan qué fiesta es la más movida. Si empezamos a hablar, en Semana Santa sí suele venir gente de fuera, pero muchos emeritenses se van. En Carnaval se van, en la Feria se van... Nosotros somos unas 3.000 o 4.000 personas que nos movemos alrededor del Carnaval, y lo que queremos es contagiar ese amor hacia la fiesta y que cada año vaya a más.
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